Imagen vía https://genius.com/albums/Bengala/Laberinto
Bengala es de esas bandas surgidas en México, post-Volován, que hacen las cosas de manera simple, correcta... y nada más. No causan especial emoción, no traen nada nuevo a la mesa, que tienen su buena base de fans pero que difícilmente pasa de ahí.
Laberinto no es sónicamente muy diferente a lo que vemos en otras bandas supuestamente "indie" y que en realidad es un pop rock bastante domesticado (cofcofcamiloséptimocofcof): nada malo per sé, pero poco interesante por anodino.
En este mini-álbum, Bengala, veteranos de la escena con tres lustros de antigüedad, no han evolucionado nada en su estilo. Da la impresión de que están a su máximo nivel y que ese techo es impasable, y si bien el resultado no da para tildarlo de mediocre (la composición es aceptable, la ejecución es limitada pero agradable), sí coquetea constantemente con la monotonía. Y es que si hablamos de limitaciones, su capacidad melódica lo es, a veces auto-plagiándose pasajes completos. Sí, "Un Millón de Estrellas" o "Tiempo" (probablemente las mejores canciones del conjunto) son pegajosas, pero cuando se llega a la final "Temblor-Eso Soy" uno tiene sensación de deja-vu, de haber dejado en modo "repetir canción" el servicio de streaming.
Y además, todo suena a viejo. A grupo de Rock En Tu Idioma de los 80's o conjunto pop de los 90's. La producción, novedosa si hubiera sido realizada en 1988, tampoco quita la idea de que se toman ideas aquí y allá de Nacha Pop, Charly García, Soda Stereo o incluso Olé Olé, pero sin la genialidad de los primeros tres.
No es exactamente un regreso en forma del grupo después de una pausa discográfica de siete años. Como digo, a sus fans y a su nicho este disco les encantará. A los demás... nos dará igual su power pop amistoso.
CALIFICACIÓN: 6
No es algo asqueroso, pero es demasiado de nicho, aunque alguna canción tiene potencial radiable.
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